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LA CHARLA CON EL HOMBRE INVISIBLE

Existen muchas referencias de este ser en la literatura, en el cine, en la televisión, incluso en la música, como Invisible Man, de Queen. Todas estas manifestaciones, sin excepción, son sorprendentes, emocionantes, intrigantes, misteriosas, y revelan muchas cosas, desde tipos destacados a toda esa corrupción que rellena y cubre al ser humano.

 

Fui afortunado: conviví varios años con un sujeto así, es decir, invisible, durante la la aparentemente eterna juventud.

Le conocí gracias a un amigo mutuo, con quien tenía una relación peculiar pues se llevaban bastante pesado. Casi siempre comenzaba igual: generalmente por sorpresa, Op –mi cuate- debía defenderse de salvajes asaltos de parte del Hombre Invisible.

Entonces, el Show…

El duelo pronto se convierte en una lucha encarnizada, y ésta rápidamente torna en batalla épica que se lleva a cabo en cualquier parte, en la escuela, en las calles, en las instalaciones del metro, en el transporte público, incluso en casa de alguno de nosotros, cuando seguíamos el desmadre al acabar el horario escolar.

 

Así, de repente, caen cosas al suelo sin explicación aparente; o súbitamente mi amigo sufre de “manita de puerco a la espalda”, lo cual le produce un gran dolor, evidente por sus gritos y el estrépito de la lucha ya que se resiste pero ese que no se ve le lleva de puntitas para todas partes, depende del forcejeo; si se suelta, el contraataque tiene posibilidades para convertirse en el fin de batalla, dada la sorpresa o la contundencia del mismo; pero casi nunca termina pronto, al contrario, se suceden más golpes y contragolpes, y ataques y contraataques, en todo tipo de técnicas y escuelas. No es raro, por ejemplo, que ambos se enfrasquen en sendos duelos de karatazos y patadas a la Jackie Chan; tampoco que prefieran adentrarse en un match de box, que no deja mucho a la imaginación, pues los ganchos, los uper cuts, las combinaciones, son tan evidentes que uno olvida que únicamente ve a uno de los contendientes; o que luego se transforma en una confrontación de capoeira, con poder para acabar con todo a cincuenta kilómetros a la redonda….

Súbitamente, en ocasiones salen armas punzocortantes que ofrecen otro tipo de enfrentamientos, con intenciones más serias, mediados por resentimientos, por una rivalidad ya vieja. De ser así, para nosotros es peligroso pues aparece cierto frenesí demente que obliga a todos a alejarse de los rijosos pues existe la posibilidad de algún accidente, una estocada perdida con resultados abiertos, entre muchas opciones, incluso trágicos; igualmente si lo que usan estos muchachos es alguna pistola, rifle, escopeta o metralleta, lo cual es el acabose: todos a correr, todos a cubrirse pues cualquier cosa puede pasar.

La mayoría de las veces el duelo terminaba en tablas pero siempre había drama, suspenso, mucho corazón y lesiones evidentes….

 

Les perdí la pista al salir de la prepa, pero los ubiqué gracias a las redes sociales. Esta Charla deriva de dicho reencuentro…

.— Hola, cómo te va. Qué haces en estos tiempos. Ya son 30 y tantos años…

.— Ciert, ncreíble. Óómo pasa el tiemp… ¿no? Bueno, desde la graduación me he dedicado a asuntos, omo decirls, ahyes, discretos… la idea siempre fue sumar la tecnología, estudios puntuales y mis habilidades para beneficio mío y de mis jefes…

.— Ah, que interesante…, por ejemplo…

.— Bue, mi primer trabajo fue vigilar a la novia del “Pinzón”, el mafioso de la cuadra… resulta que el tipo era súper celoso, no sé por qué es una característica que he encontrado en aquellos asesinos encumbrados en sus territorios…, de hecho no era raro que ejecutara a aquellos que pasaban unos límites muy reducidos (ni siquiera podías saludarla dándole la mano…, menos con beso en la mejilla…, ni siquiera parientes).

.— Ah caray, en serio…, con tanto poder…

.— Pues sí, luego es paradójico, pero también lógico. La presión en la que viven esas gentes es cas inconmensurable…. Recuerdo varios así: ante el éxito de mi chamba, el susodicho me recomendó con muchas personas, entre ellas colegas suyos, algo que aseguró mi situación económica pues estos tipos pagan muy bien por lo general. Y más con casos tan…, personales, íntimos…

.— ¿Íntimos?

.— Sí, claro, un trabajo así me da acceso a mucha información…. Es ecir, en cualquier tema, pero en estos temas, que involucran amor, sexo, familias, hijos, mezclas de intereses, en fin, muchas cosas, salen a la uz cualquier cosa, por más íntima o inverosímil que sea…

. – Por ejemplo…

. – Mmmmmmm, deja ensar, ya engo 30 años ciendo esto…. Ah í, se llamaba Fernando, “El Güama”, y su sueño era ener una familia, pese a su condición de Jefe Mayor. A pesar de ser un vicioso de putas, alcohol y drogas y de esperar ni siquiera un pío de parte de su mujer y sus hijos por nada, pero menos por su condición, más salvaje, frenética, incontrolable conforme pasaba el tiempo… de hecho, su caída fue una tragedia familiar…, una historia compleja que  involucró muchas situaciones y fue clave en mi carrera…

.— ¿Tu carrera?

.— Ah, sí, desde allí prácticamente entré en servicio…

.— ¿Servicio?

.— Í, desde entonces me uscaron empresas y agencias gubernamentales de todo el mundo. Curiosamente, todos me convencieron de contratarme con todos, para espiarlos a todos en su beneficio.

.— Jajajaaja, ¿en serio, y qué hiciste?

.— Pues lo único que podía hacer, aceptar con todos…

.— ¡Vaya! Todo un reto, ¿no?...
 
PERO ESA ES OTRA HISTORIA PARA OTRA OCASIÓN….. PARA LA SEMANA QUE VIENE….

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